En
Tumblrzapatolanida nada es normal, cuando digo nada es nada.
El sol
se alzaba imponente sobre el hermoso cielo azul
de primavera, en esa época del año el viento y las lluvias son bastante
notables, aunque haga sol el viento puede empezar a soplar en cualquier momento,
al igual que puede comenzar a llover, cuando, Marina iba de camino a su habitual
clase de viola. Solo que esta vez no era para ir a clase, si no para reunirse con
su maestra, la cual la llevaría a la plaza del
Renegación,junto a dos chicas más para actuar.
Entró
en el edificio tranquila, mientras tarareaba una canción. Mientras subía las
cuando unos ruidos de golpes secos contra el suelo hizo que mirara un poco más
arriba. Allí un chico subía las escaleras con el estuche del violín chocando
contra los escalones.
Marina siguió
subiendo hasta llegar al pasillo donde se hallaban los baños. Miro su mano
derecha para observar si le daba tiempo de pararse para ir al baño <<Fuck>>pensó,
se había olvidado del reloj, antes hace
un tiempo solía llavearlo siempre, pero eso había cambiado. Decidió ir
al baño, para ver el estado de su pelo, el cual tendía a sublevarse a todo
aquello que Marina le hiciera. La verdad es que era un pelo desastroso, muy bonito,
si ,pero un incordio para tratar. Estofado y entre una mezcla de ondulado y
liso, al igual que su forma, su color no tenía un nombre que lo definiera, pues
era marrón por debajo, color café por la capa media y rubio por la superior.
El baño
estaba asombrosamente limpio y vacio. Marina dejo el estuche de su viola en el
suelo junto al lavabo. Observó su reflejo.
-¡¿QUÉ
DEMONIOS?!
Su
coleta antes perfecta ahora estaba hecha
una pena.
-L a
coleta me aprieta, libérame. –ordeno su pelo.
-No,
tengo actuación y tú tienes que estar
presentable.
-Eso no
era una opción.- protesto.
-Callate.-
Marina abrió el grifo y metió sus manos bajo el, para luego pasarla por aquellos pelos pequeños que se escavan de su
coleta.- Así mejor.
-Que
no.
Su pelo
enfadado decidió soltar su ira y como no, de la mejor forma que sabía: Rompió
el elástico que lo ataba. Conocía muy
bien a Marina sabía que no llevaba coleta de repuesto.
-ERES
UNA CARGA TREMENDA.
-¿Sí? Pues
espera a que el agua se seque que te voy a contar un cuento.
¿Qué
paso? Pues lo de siempre, el pelo de Marina se estofo debido al agua, hacia alzándose
con una victoria como de muchas otras se había alzado. Marina acabo actuando con el pelo suelto y
estofado. Una vez más su pelo la había dejado en evidencia delante de un gran
cumulo de gente.